Un lugar en el mundo.

Hoy hemos hablado en una clase sobre la película “Un lugar en el mundo”. En ella, el protagonista le confiesa a su hijo que, cuando uno encuentra su lugar en el mundo, no puede ya marcharse… Y hemos intentado imaginar cada uno cómo será ese lugar, “tu lugar en el mundo”. Entonces alguien ha empezado a describírnoslo con pocas pero certeras palabras: un lugar donde a uno lo han querido. Tal vez sólo cabe añadir: un lugar donde has querido. Por eso a veces, cuando uno se encuentra mal, sale a la calle y empieza a pasear y a recorrer las calles de la ciudad. Porque la ciudad guarda la memoria de esos lugares en los que algo te ha ocurrido de verdad, y cuando vuelves allí, el recuerdo te trae de nuevo un afecto que vuelves a sentir. Las calles que recorremos, sus plazas, sus aceras, están llenas de nuestra vida. Como las de esa “vieja ciudad” a la que cantan “the Corrs” en este vídeo, “Old town”. ¿Habrá en ellas algún lugar que sea nuestro lugar en el mundo?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
A mí me gustaría ser guardián entre el centeno..
José ha dicho que…
Ojalá lo hagas. Pocas cosas hay en este mundo mejores que esa. Siempre hay niños que juegan sólos cerca de un precipicio. Buena suerte.
Anónimo ha dicho que…
Mi lugar en el mundo son las palabras. Lo que me rodea a veces es un asco. Leo una novela o escucho la letra de una canción y todo se ordena un poco.

Entradas populares

En qué consiste un problema filosófico.

Uno más uno no siempre son dos.

Adivinanza en la ferretería.