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Mostrando entradas de agosto, 2013

Volver a El Alto

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Estoy pasando los meses de Julio y Agosto en Bolivia, entre la ciudad de La Paz y El Alto. Después de unas semanas de descanso y encuentro con los amigos, me pongo en contacto con el colegio Jesús-María de El Alto y surge la posibilidad de colaborar con ellos en tareas de apoyo a la lectura con niños de 7 y 8 años. El trayecto desde donde me alojo en La Paz hasta el colegio de El Alto es largo y deja mucho tiempo para pensar. En uno de esos viajes pienso si esa pequeña tarea de apoyo a la lectura durante unas pocas semanas vale de algo ante tanta necesidad. Apenas una gota en el mar. ¿Para qué ese esfuerzo? En ese instante recuerdo una historia conocida y mil veces escuchada que vuelvo a contar de memoria, con todo lo que la memoria tiene de invención. La historia dice así: Un hombre camina por la playa, observando cómo las olas dejan en la arena pequeñas estrellas de mar que poco a poco van secándose al sol. A lo lejos distingue la figura de otro hombre que, en su paseo,

Madre nuestra que estás en la Tierra

Escribo estas líneas desde Bolivia. Aquí, con la llegada del mes de Agosto, se celebra a la Pachamama con multitud de rituales. Para acercarnos a ella, nada mejor que este texto de Galeano: Madre nuestra que estás en la tierra Eduardo Galeano- Los Hijos de los días. En los pueblos de los andes, la madre tierra, la Pachamama, celebra hoy su fiesta grande. Bailan y cantan sus hijos, en esta jornada inacabable, y van convidando a la tierra un bocado de cada uno de los manjares de maíz y un sorbito de cada uno de los tragos fuertes que les mojan la alegría. Y al final, le piden perdón por tanto daño, tierra saqueada, tierra envenenada, y le suplican que no los castigue con terremotos, heladas, sequías, inundaciones y otras furias. Ésta es la fe más antigua de las Américas. Así saludan a la madre, en Chiapas, los mayas tojolabales: Vos nos das frijoles, que bien sabrosos son con chile, con tortilla. Maíz nos das, y buen café. Madre querida, cuidanos bien, bien. Y que jamás se nos ocurra