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Mostrando entradas de enero, 2016

Tiempo renaciente

La experiencia común del paso del tiempo es la de una sucesión de instantes, etapas, fases que se siguen las unas a las otras, según un orden de anterioridad y posterioridad que consideramos irreversible. El tiempo pasa, se suceden las horas, los días, los años, las vidas, las generaciones, y decimos con Homero aquello de: Cual la generacion de las hojas, asi la de los hombres. Esparce el viento las hojas por el suelo, y la selva, reverdeciendo, produce otras al llegar la primavera: de igual suerte, una generacion humana nace y otra perece. Pero esto nunca nos ha bastado. Si el tiempo sólo es sucesión y todo pasa, pasan nuestros anhelos, nuestras vidas, todo cuanto ve la luz y el olvido se adueña de todo. ¿Es ésa la última palabra sobre la naturaleza del tiempo? ¿Debemos conformarnos con ella y adaptar nuestra vida a esa verdad? No es necesario conformarse ni hay que buscar lo eterno como si acaso nos faltara. No sólo ciertos filósofos y poetas sino generaciones

¿Qué hacer cuando la vida no nos da lo que queremos?

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Despertar La radio está puesta. La voz de la locutora presenta el tema de un debate que ocupará los próximos minutos del programa. Dice así: ¿qué hacer cuando la vida no nos da lo que queremos? Quisiera escuchar el debate, pero otras circunstancias me lo impiden. Sin embargo hoy, al recordar durante un instante la pregunta, encuentro una respuesta breve, para desarrollar más adelante. La anoto antes de olvidarla. Cuando la vida no nos da lo que queremos, podemos hacer tres cosas. La primera, crecer, porque el niño caprichoso que somos a cualquier edad ha de dar paso al adulto. La segunda, despertar, porque podemos estar prisioneros de un sueño que nos aleja de la realidad, condenándonos a una insatisfacción perpetua si no salimos de su embrujo. La tercera, crear, es decir, dejar que de ti nazca algo nuevo, distinto de la mera prolongación de tu presente y de tu pasado, porque en el crear, en el dejarse nacer, se encuentra la verdadera respuesta al anhelo humano .

Diario de clase: ¿hay algo indudable en este mundo?

Estudiando el tema de Descartes con los alumnos de 2º de bachillerato les planteo una pregunta como actividad: ¿hay algo indudable en este mundo? El ejercicio no consiste sólo en responder a esta pregunta sino, a continuación, en tratar de cuestionar con algún argumento esa supuesta evidencia, porque filosofar implica poner en duda lo evidente.. Desde entonces no he podido quitarme "la pregunta de la cabeza". Y la respuesta más inmediata que encuentro coincide con la de la mayoría de los alumnos. Lo indudable para ellos es, en primer lugar, la muerte y en segundo lugar una verdad matemática como 1+1 = 2. A continuación viene el problema  porque hay que intentar poner en cuestión la supuesta evidencia de esas dos verdades. Pero ¿es posible? ¿Hay algún argumento capaz de cuestionar la evidencia de la muerte y de una suma sencilla como 1+1=2?  Vamos a intentarlo empezando por la suma. 1+1= 2 es una verdad indudable en el ámbito de la aritmética, pero no en otros con

Un test sobre inteligencia emocional

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Se suele definir la inteligencia emocional como la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar las emociones, tanto en uno mismo como en los demás, no tanto para negarlas sino para encauzarlas y dirigirlas positivamente. La inteligencia emocinal posee dos dimensiones: la intrapersonal y la interpersonal. Sus competencias son la conciencia de uno mismo, la autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales. ¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles de tu inteligencia emocional? Puedes encontrar una orientación, sin valor diagnóstico, en el siguiente test: http://www.psicoactiva.com/tests/inteligencia_emocional.htm