El manguerazo.

Ocultar, lo que se dice ocultar, no oculta nada. El manguerazo es una de las actividades "estrella" del campamento urbano en el que participamos durante estos días en el colegio Jesús-María de Murcia. Tal vez ya conoces en qué consiste pero yo no lo sabía. Es simple. A las 16:30 aproximadamente, cuando el calor aprieta de lo lindo y los termómetros están a punto de estallar, conectamos una manguera en el patio a una salida de agua y empezamos a enchufarnos manguerazos. Es la guerra total y no hay prisioneros. Nadie que pase por allí sale seco. Y la verdad es que se agradece. El agua refresca, alegra, nos vuelve juguetones y nos hace reir. Durante un rato, la pesadez del sol, de la tarde ardiente y del largo día dejan paso a la ligereza del juego y de la risa. Y todo gracias a un chorro de agua que va y viene sin mucho criterio, empapando a éste o al otro, al que corre o al que está quieto, al que mira y al que no.
Todo lo cual nos hace considerar lo siguiente: si tienes ideas absurdas que no te dejan pensar adecuadamente, si hábitos antiguos entorpecen tu vida y pareces un cangrejo caminando siempre hacia atrás, en definitiva, si estás hasta el gorro, no lo dudes, deja el gorro sobre el suelo, ponte el bañador y date un buen manguerazo. ¡Que el agua se lleve los pesares y nos llene de nuevo de vida!
Comentarios
1º BTO-B, CURSO 2009-2010