Leyendo la Ilíada.
Los libros nos acompañan y más en tiempo de vacaciones. Si no has hecho la experiencia, te la recomiendo. Me dirás que sí la haces, pero obligado por los profesores. Es cierto. Pero también nos pueden acompañar por otras razones. A veces los libros sólo nos distraen pero en otras ocasiones tienen algo especial que decirnos y encontrarnos con ellos nos depara sorpresas.
En estos días estoy releyendo la Ilíada, a la luz de un ensayo de Simone Weil titulado "La Ilíada o el poema de la fuerza". Dos puntos quisiera destacar hoy de esa lectura. El primero es la crudeza con la que el texto describe cómo llega la muerte a los combatientes en medio de la batalla. El segundo es el pasmo que produce ver a los héroes (ya sean Héctor, Aquiles o tantos otros) luchar esforzadamente por su victoria, sin saber que esa victoria es el comienzo de su destrucción. La victoria y la derrota no se oponen, como solemos creer, sino que giran la una sobre la otra arrasando la vida de los que desconocen esa verdad, y también la de los que la conocen.
No hay unos hombres condenados a la derrota y otros a la victoria. La rueda gira y todos sus ejes nos tocan.
"Al final", me dirás, "ganan los aqueos y pierden los teucros". Sí pero ¿no sabes lo que les pasó después a los aqueos, y a los que vencieron a los aqueos? Amigo, la historia no tiene final...
En estos días estoy releyendo la Ilíada, a la luz de un ensayo de Simone Weil titulado "La Ilíada o el poema de la fuerza". Dos puntos quisiera destacar hoy de esa lectura. El primero es la crudeza con la que el texto describe cómo llega la muerte a los combatientes en medio de la batalla. El segundo es el pasmo que produce ver a los héroes (ya sean Héctor, Aquiles o tantos otros) luchar esforzadamente por su victoria, sin saber que esa victoria es el comienzo de su destrucción. La victoria y la derrota no se oponen, como solemos creer, sino que giran la una sobre la otra arrasando la vida de los que desconocen esa verdad, y también la de los que la conocen.
No hay unos hombres condenados a la derrota y otros a la victoria. La rueda gira y todos sus ejes nos tocan.
"Al final", me dirás, "ganan los aqueos y pierden los teucros". Sí pero ¿no sabes lo que les pasó después a los aqueos, y a los que vencieron a los aqueos? Amigo, la historia no tiene final...
***
Dos cosas buenas que son gratis:
2) el ensayo de Simone Weil "La Iliada o el poema de la fuerza" .
Comentarios
No lo entiendo.