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Mostrando entradas de marzo, 2009

Amarás al dinero sobre todas las cosas...

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Discutiendo con Kant la diferencia entre éticas materiales y formales, una clase de 2º de bachillerato ha elaborado la lista de mandamientos propia de una ética material que pone al dinero como bien supremo. Los mandamientos son los siguientes: 1) Amarás al dinero sobre todas las cosas y al euro como a ti mismo. 2) Honrarás a tu cuenta corriente. 3) Robarás siemrpe que no se note. 4) No gastarás en vano. 5)Cuadrarás siempre las cuentas a tu favor. 6) Seducirás a la mujer de tu prójimo si es por dinero. 7) Amarás en proporción al volumen de la cartera del amado/a, y de los números que tenga en su cuenta corriente. Nos faltan tres para la decena. ¿Podemos completarlo?

Madurez en el hombre y la mujer.

Hoy una discusión sobre la Justicia nos llevó al tema de la madurez. ¿Maduran igual de rápido los hombres que las mujeres? ¿Es posible volver a una enseñanza que separe a niños y niñas por su distinto desarrollo madurativo, como nos cuenta una noticia?¿Alguien maduro es más justo que quien no lo es? Sólo la sugerencia de que las mujeres son más maduras que los hombres levanta una oleada de gritos, risas, rugidos y demás tipos de bramidos... -¡Es evidente que las mujeres son más maduras que los hombres! -dice alguien. Más rugidos. -No,no, maduran antes, pero luego se paran en seco y no siguen -contestan. Olas de manos. La gente se revuelve. -Os estáis equivocando todos. La madurez no es sólo biológica. Influyen en ella las experiencias que vivimos. -Sí, tal vez, pero es importante también cómo asumimos esas experiencias. -Es verdad, porque hay personas con mucha experiencias pero mal asumidas y que han retrocedido por eso. -Entonces, nada nos asegura que por vivir muchas cosas seamos má

¿Es lo mismo la pasión que el deseo?

¿Es lo mismo la pasión que el deseo? En una clase ha surgido esta cuestión al investigar aquellas acciones que realizamos no tanto para conseguir otra cosa con ellas, sino por sí mismas. Sobre ese tema pensamos lo siguiente: El deseo persigue su objeto, aquello que anhela, y cuando logra atraparlo se consuma y concluye. A la luz del deseo, el pasado es pérdida, el presente búsqueda y el futuro consumación. Pero ¿por qué nos dicen que el deseo es dolor?. Porque al culminar su búsqueda, cesa y termina, pero renace de nuevo en busca de algo que no deja de faltarle. Los objetos que se le presentan no logran saciar del todo su anhelo. Por esa razón el deseo está perpetuamente insatisfecho y busca algo que jamás acaba de encontrar. Con la pasión ocurre algo distinto. La pasión también busca y anhela, arrebatada como está por aquello que la saca de sí, pero eso que anhela es la reiteración misma de lo que la apasiona. Alcanzar su fin implica insistir en él, lograrlo es a la vez insistir en su