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Mostrando entradas de abril, 2011

"El resplandor" de Stanley Kubrick.

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Jack Nicholson en "El resplandor" " El resplandor " es una película inquietante, terrorífica, extraña, ambigua, dirigida por Stanley Kubrick en 1980 y basada en una novela de Stephen King  .  Obra fascinante y llena de sugerencias, como el resto de su obra. Esta obra nos muestra personajes sumergidos en una situación singular, determinada por estructuras de dominación a las que van a responder mediante un camino en el que su vida es puesta en juego y que les conducirá a la nada o a la transfiguración, al abismo o a la metamorfosis. Pues bien, si en " 2001: una odisea en el espacio " el camino es hacia la transfiguración, en "El Resplandor" es hacia la nada. En "El Resplandor" la estructura de dominación son los habitantes del Hotel Overloock, presencias espectrales, pero nítidas y precisas, de un pasado violento y asesino que jamás desaparece. El protagonista, Jack Torrance, aspira a ser escritor y acepta el trabajo de vigilante del

La existencia tiene el poder de renacer.

Encontramos en cada existencia, también la humana, un poder que nos parece del máximo interés para lograr una vida vivida con sentido y plenitud: el poder de renacer. En efecto, la existencia tiene el poder de renacer. ¿Qué sentido podemos dar a una afirmación como ésta? Para acercarnos a la respuesta, observemos la relación entre la existencia y su pasado. La relación que la existencia guarda con su pasado no consiste en traer al presente la memoria de lo que fue, entendido como el resto de algo que ya no es nada. La existencia tiene el poder de recordar activamente su pasado en el siguiente sentido: es capaz de recrearlo mediante la creación de una nueva existencia, distinta de la primera, en la que sin embargo ésta insiste y resucita en su virtualidad. La nueva existencia trae a presencia en su fecundidad, aquello que ya fue. Y de ese modo, aquello que ya fue, renace en tanto posibilidad y futuro. En consecuencia, la existencia es capaz de generar otra, distinta de la pri

El Quijote es un porvenir.

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El Quijote de Gustave Doré. Solemos entender el pasado como el resto apagado de lo que una vez fue un presente ya cumplido. Sin embargo, consideremos el siguiente ejemplo. El Quijote, en su primera parte, fue escrito en 1605 y pertenece en consecuencia a nuestro pasado. Ahora bien, ¿sabemos todo acerca de la obra, de su tiempo, de su autor? ¿Hemos disfrutado ya de todo lo que puede sugerirnos acerca de la literatura, de la vida, de la fantasía, de la locura, de la identidad, del valor, de la ilusión, de los proyectos, de los fracasos, de los éxitos, de los ideales de amor y de vida, de la realidad seca de ilusiones, de las ilusiones secas de realidad...? ¿Ha terminado ya de contarnos quiénes somos como herederos suyos? ¿Ha dejado ya de iluminar nuestro presente y nuestro futuro desde su lejano pasado? ¿Ha terminado nuestro diálogo con él? ¿No tenemos ya nada que contarnos ni que descubrirnos mutuamente? La respuesta es no . Pues bien, en la medida en que aún no ha terminado de ha

Un juego para leer el pensamiento.

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Te voy a leer el pensamiento. Para ello tienes que concentrarte, estar en silencio e ir respondiendo a las preguntas que voy a hacerte, pero antes busca un papel y un bolígrafo. ¿Ya lo tienes? Bien. A continuación escribe en ese papel el año en que naciste. ¿Hecho? Ahora piensa en silencio en algun acontecimiento que ha sido importante para ti. Cierra los ojos y visualízalo. ¿Recuerdas en qué año fue? Muy bien. Escribe la cifra de ese año debajo de la otra, siempre como en una suma. Después, añade debajo de él los años que han pasado desde tu nacimiento. ¿Ya está?. Sólo queda una cosa más. ¿Cuantos años han pasado desde aquel acontecimiento que has recordado? Añade ese número debajo de los otros tres. Y ahora, súmalos todos. Una vez sumados, concentra tu mente en ese número porque te voy a leer el pensamiento. Veamos. La primera cifra...no la veo con claridad. ¡Ahora sí!. Es un...   4 . ¿No ves el número? Pasa el cursor por encima del espacio en blanco tras los puntos suspensivos como

Para conseguir la felicidad.

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Felicidad gatuna. Hace algunas semanas estudiamos con los alumnos las éticas materiales:  aquellas que, según Kant, proponen un bien supremo para el ser humano como criterio de la bondad o maldad de su conducta. Nuestros actos serán buenos cuando nos acerquen a tal bien y malos cuando nos alejen de él. Las éticas materiales establecen un bien para el hombre (el placer, la felicidad) y proponen unas normas para alcanzarlo. A continuación planteamos en clase una pregunta. Suponiendo que una ética material nos propone como bien supremo el dinero ¿qué mandamientos nos ayudarían a alcanzarlo? Los alumnos propusieron algunos como los siguientes: amarás al dinero sobre todas las cosas, amarás al dinero más que a tu padre y a tu madre, no usarás el nombre del euro en vano, codiciarás a la mujer del prójimo si es por dinero... Y para la felicidad ¿que mandamientos podrían acercarnos a ella? Algunas respuestas fueron: Amarás por encima de todas las cosas Harás feliz a los demás como qui