En qué consiste la ética (adaptado de un texto de Savater)
La ética no es más que
el intento racional de averiguar cómo vivir mejor. Sólo quien ha
nacido para esclavo o quien cree que todo da igual se dedica a vivir
de cualquier manera.
Quieres averiguar cómo vivir mejor y darte la buena
vida: estupendo. Pero también quieres que esa buena vida no sea la
buena vida de una coliflor o de un escarabajo, sino una buena vida
humana. Es lo que te corresponde, y estoy seguro de que a ello
no renunciarías por nada del mundo. Pues bien, ser humano consiste
principalmente en tener relaciones con los otros seres humanos. Si
pudieras tener muchísimo dinero, una casa suntuosa, las mejores
ropas, los más exquisitos alimentos, etc., pero todo ello a costa de
no volver a ver ni ser visto por ningún ser humano jamás, ¿estarías
contento? ¿Cuánto tiempo podrías vivir así sin volverte loco?
¿No es la mayor locura querer las cosas a costa de la
relación con las personas? Muy pocas cosas conservan su gracia en la
soledad; y si la soledad es completa y definitiva, todas las cosas se
amargan irremediablemente. La buena vida humana es buena vida entre
seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será
ni buena ni humana.
Las cosas pueden ser
bonitas y útiles, algunos animales resultan simpáticos, pero los
hombres lo que queremos ser es humanos, no herramientas ni bichos. Y
queremos también ser tratados como humanos, porque eso de la
humanidad depende en buena medida de lo que unos hacemos con los
otros. Hablar a alguien y escucharle es tratarle como a una persona,
por lo menos empezar a darle un trato humano. Es sólo un primer
paso. Hay otras formas de demostrar que nos reconocemos como
humanos, es decir, estilos de respeto y de miramientos humanizadores
que tenemos unos para con otros. Todos queremos que se nos trate así
y, si no, protestamos. Lo más importante de todo esto me parece lo
siguiente: que lo que nos convierte en humanos, en lo que queremos
ser, es un proceso recíproco, como el propio lenguaje. Para
que los demás puedan hacerme humano, tengo yo que hacerles humanos a
ellos; si para mí todos son como cosas o bestias, yo no seré mejor
que una cosa o una bestia tampoco. Por eso darse la buena vida
no puede ser algo muy distinto a fin de cuentas de dar la buena
vida. Piénsalo un poco, por favor.
Adaptado de Ética para Amador, de Fernando Savater.
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